sábado, 18 de junio de 2011

SOBRE LA TEMPLANZA


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Moderación, autocontrol, continencia, mesura, equilibrio, armonía de espíritu...


La templanza vista desde una óptica cristiana:

Pertenece al grupo las cuatro virtudes cardinales (La Prudencia, La Justicia, La Templanza, La Fortaleza), que reside en contener las apetencias y la querencia excesiva de los sentidos, encadenándolos al sano juicio.

Es una llamada virtud moral que refrena la persuasión de los goces y encamina la ponderación en el uso de los bienes instituidos y participados. Testifica la autoridad de la voluntad sobre las inclinaciones y salvaguarda los apetitos en los fines de la honestidad. La PERSONA moderada orienta hacia el bien sus deseos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar por la pura pasión del cardio.

La templanza denota moderación, dominio, control y señorío. Se debe vivir con comedimiento, justicia y parquedad. Se vive en libertad.

Etimológicamente, templanza, viene del término templo, y nos lleva a considerar nuestro cuerpo como un templo y en resumen significa discreción de los hechos.

Es la lucha racional, contra la lucha pasional de los placeres humanos no espirituales. Pero la palabra implica una balanza positiva, tener templanza es ser equilibrado.

La templanza revela conservación. Es energía vital representando la actividad de la vida en armonía con el cosmos y, cuando se desordena, se convierte en energía destructora,… caos.


A día de hoy se pueden diferenciar, claramente, dos tipos de templanzas:

-La innata, llamada “templanza de espíritu”.
-Y la “aprendida”, llamada simplemente “equilibrio emocional”.

La primera es consustancial a la PERSONA de comportamiento natural; de inclinación bella, sana y armónica…De carácter recio e imperturbable. Se verá afectada en menor medida por el entorno ni en la peor de las circunstancias posibles…

La segunda es impostada, “artificial” de inclinaciones mal sanas (o no) y con tendencia a desequilibrio (o no)… La calidad del método empleado (en su formación) mitigará las posibles desviaciones o perturbaciones provocadas por el medio…


Santiago Peña


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3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Santi,

    Se puede tener templanza y es necesaria pero no
    RIGIDEZ hacia uno mismo y hacia los demás. Creo que eso es insano.

    La templanza "equilibrio" debe hacerse en todas la cosas, buscar el punto medio a nivel individual y a nivel comunitario.

    Uno debe expresar lo que siente e intentar estar acorde con el entorno.

    Uno debe ser cometido en sus acciones y si no lo es ser coherente y pedir disculas si lo cree conveniente.

    Uno debe vivir acorde a su esencia ...

    Uno debe ser feliz y para ello no crear espectivas... las espectativas matan los sueños.

    Uno debe amarse y podrá llegar a amar al que tiene al lado y una demostración de ello será confiando...

    Un abrazo

    Africa

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  3. Apreciada África,

    Muchas gracias por tu excelente aportación; la crítica bien argumentada la considero fundamental para el buen intercambio de ideas...

    Un abrazo
    Santi

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