domingo, 3 de octubre de 2021

¿QUÉ ENTENDEMOS POR IDENTIDAD?

 

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La Identidad es un cúmulo de rasgos distintivos propios de una PERSONA o una multitud heterogénea (de edades y sexos); que posibilitan el poder diferenciarlos de otros grupos humanos. A sí mismo, se entiende por Identidad, la condición de semejante o análogo. Y, de igual manera, hace mención a los datos que identifican y reconocen administrativamente a una PERSONA de otra(s).

 

No a la Amnesia


El quebranto, o el agotamiento, considerable de la memoria es la prueba palpable de que se ha perdido la capacidad de atesorar información acerca de uno mismo o del entorno más inmediato (privación de la Identidad individual y, por proyección, colectiva)… La Amnesia Institucionalizada es una “herramienta” perfecta para el control de Grupos Humanos potencialmente críticos. La aplicación más ominosa es el entretenimiento y la saturación de (una supuesta) información: propaganda y desinformación a través de una planificada, y depurada, ingeniería social.
 
Esta desubicación de la PERSONA, por la “Muerte” sociológica del Grupo, es una realidad palpable y constatable. Por todo ello, las (forzadas y perfectamente planificadas) corrientes migratorias son el arma impecable de la desubicación del ser (de esa inmigración situada fuera de lugar, extraviada; sin referentes a excepción de su extraviada y añorada patria natal) y, por ende, de su Identidad (o Esencia).
 

Es decir: 

A)   Entretenimiento y saturación para los receptores propios del lugar.
B)   Migraciones ¿inevitables? para los “Juan sin Tierra” (legal e ilegalmente).

  

Tradición e Identidad

 
La respuesta numantina, tanto por parte de los nativos “asediados” (o así se sienten y/o perciben) como de los “exiliados” (forzosos), deberá de ser:
 
A)   Defender (o Recobrar) la Tradición y la Identidad. ¡Su Identidad! 
B)   Recuperar los Referentes, tanto Éticos como Morales. 
C)   Abominar, radicalmente, del relativismo moral. 
D)   Reclamar el sentido absoluto de la Verdad.
E)    Rescatar la Transcendencia de la PERSONA y su innata Espiritualidad. 
F)    Restaurar, y reivindicar, los Valores Absolutos, por ser los únicos verdaderos. 
G)   La Búsqueda Verdadera, a través de la Transcendencia, del Bien Común. 
H)   La Prevalencia de lo Inmaterial sobre lo Material. 
I)     Restitución de lo Natural por lo Artificial.
 
 
En esta tierra, maternal, desacralizada, maltrecha, sangrante y extenuada de vitales recursos, no es permisible corrientes migratorias “salvajes” y, supuestamente, caóticas. Cómo, así mismo, no es lícito pueblos injustamente “invadidos”, cuando su maltrecha situación socio-económica no es la más recomendable para  una multitud de “expulsados” socio-económicos. Y siendo, esta acogida (moral y políticamente), “de obligado cumplimiento”.
 

Desde una existencia, para nada egoísta, universal y humanamente transcendente…

 

La PERSONA no es un objeto manipulable y, por tanto, desechable.
La PERSONA es una Identidad, francamente mejorable pero legítima.
 

 

Santiago Peña

 

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