domingo, 26 de julio de 2015

ACERCA DEL CARISMA



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En referencia a un determinado tipo de individuos singulares ¿qué entendemos por Carisma? Se podría definir, más o menos, como: la capacidad que ostentan ciertas personas para motivar y suscitar la admiración de sus prosélitos, gracias a una supuesta cualidad de “atractivo personal”. En su raíz etimológica vendría a ser el "arte natural de agradar" o "de hacer favores".

La Autoridad Carismática, junto con la Autoridad Legal y, sobre todo, la Autoridad Moral, son las tres formas de Autoridad por excelencia que se dan en toda empresa/sociedad/civilización que se tenga por mínimamente estructurada y/o evolucionada. 

Por todo ello, Carisma, se podría sintetizar como:

Una innegable condición distintiva especial que, en virtud de la cual, "es tenida aparte" de las personas comunes y presentada de atribuciones o cualidades prodigiosas, ímprobas o al menos originales para con sus incondicionales; como así mismo, y detalle muy importante, la capacidad de poder proyectar una Verdadera imagen de Credibilidad. Éstas no son posibles a las gentes normales,  pudiendo percibirse como de origen divino o al menos ejemplares, y, sobre la base de ellas, el individuo en cuestión es tratado como un adalid nato para sus  seguidores (votantes, militantes, pupilos, conciudadanos, adeptos, subalternos, discípulos...).

Está más que demostrado que es un don innato. Se nace con él. Por lo tanto, la PERSONA desprovista de esta especial cualidad, no es posible forjarla. Otra cosa diferente, siempre que se posea incipientemente (o se vislumbre parte de ella), es la obligación moral de madurarla u optimizarla en pro del beneficio común. 

En resumen: se podría determinar como el Conjunto de Valores armónicamente ensamblados para constituir la cualidad reconocida como Carisma.

Detalle substancial: en un mundo "gris" (por los tiempo que corren) el humor es un punto más, dentro de la comunicación verbal como de la no-verbal (esta última: tanto, o más, importante que la primera); por supuesto determinante en el quehacer diario de un personaje carismático que se tenga por ello. Es decir: proyectar un sano y natural positivismo en forma de empatía y distendida cercanía para con los demás.   

La PERSONA con Carisma es un "Portador de la Luz" y es, a su vez, la propia Luz; en el mundo de la empresa es el Jefe (en mayúsculas); en el mundo de la Realidades Últimas es el Guía;  dentro de las variadas formas de gobierno es el Rey y/o es el Presidente...

Por todo ello es, condición justa y necesaria, que la PERSONA destinada a dirigir a sus congéneres (en cualquier ámbito de la sociedad) debería ser depositaria -fuera aparte de todos los valores atribuibles- del máximo Carisma posible.

Hoy día, en un destacado número de (pseudo)líderes (políticos, económicos, sociales, empresariales,...), no cumplen con este Excelso Valor. Sus truculentas formas, por parte de los "incapacitados", de ascender al Poder son de lo más variadas: "hereditaria", intercambio de favores, "enchufismo", "clientelismo",... etc. No obstante, en el caso más favorable de poseer atributos encomiables (desde una impecable formación académica, más una contrastada experiencia profesional, para poder ejercer su cometido con plenas garantía de éxito), no es suficiente para poder ejercerlo. ¡Estamos hartos de tener correctos gestores y de padecer de nulos dirigentes! No proyectan nada: ni positividad, ni credibilidad, ni proactividad, ni humildad,  ni empatía, ni emotividad, ni locuacidad, ni veracidad,... y, por supuesto, invalidados en motivación. A fin de cuentas: No poseen Carisma.

Es preciso dejar paso, reconociendo nuestras limitaciones, a aquellos que invisten de este insigne Valor (más del resto que se le suponen). No "les barramos el paso" por no ser, éstos, "hijos de",... Tienen que existir -estoy convencido de ello- verdaderos "soles eclipsados" por auténticos incompetentes egocéntricos, consensuados por una caterva de mediocres aduladores y, presumiblemente, motivados por indignos intereses espurios. Los perversamente llamados "consensos" ("preferimos que dirija aquel, por ser más manejable, que aquel otro") es un mal "endémico" propio (consustancial) en la sociedad/civilización occidental (de esta colectividad neoliberal y ultracapitalista la puedo criticar porque la padecemos; de las otras civilizaciones coetáneas no las comento por un claro, y evidente, desconocimiento vivencial).

El Estado es una gran organización empresarial formado por PERSONAS. El motor de los países, como los de las compañías privadas, no es el capital. El dinero es importante (vital) para la fundación de las mismas pero... ¡nada más!

El verdadero motor de las empresas son las PERSONAS

PERSONAS motivadas y conducidas por carismáticos líderes; excepcionales dirigentes. Referencias éticas en sus hechos, competentes, resolutivos, dinámicos,... En definitiva: los mejor preparados, tanto por sus  cualidades humanas como profesionales.

¡Siempre el primero; jamás el último!

Las PERSONAS con Carisma son capaces de Despertar Conciencias, de levantar ciudades, de reactivar ruinosas compañías, de alzar países destruidos..., de regenerar destinos comunes; de Infundir fuerza para el sacrificio colectivo...


Fuerza, Verdad, Honor


Santiago Peña



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