domingo, 24 de enero de 2021

LO QUE REPRESENTA MAAT EN EL MUNDO

 
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Introducción

Maat, como símbolo de la Verdad, la Justicia y la Armonía Cósmica. Es, esencialmente, un Concepto Abstracto de Justicia Universal y de Equilibrio Cósmico; que prevalecen en el mundo desde su inicio y que, por encima de cualquier vicisitud, es preciso preservar. Y, por tanto, es un compendio de la cosmovisión egipcia, afín a la idea de Armonía y Areté, características del mundo de los antiguos helenos, o a la idea de virtud (Virtus), de la cultura romana y, por extensión, judeocristiana. 


Mitología

Ma'at (o Maat) fue una diosa egipcia, hija de Ra-Atum, en la Mitología Egipcia.

Era hija de Atum, y a partir de la XVIIIª dinastía fue, así mismo, hija de Ra. Estaba emparentada con Uneg (que personificaba, del mismo modo, el Orden Cósmico) y Nehemetauy (vinculada con la Justicia) con las que participaba en tareas diversas. Para los antiguos egipcios la percepción de dualidad era muy significativa en su religiosidad. Esta deidad aparecía nombrada como “Las Dos Maat”, la análoga diosa para el Alto y el Bajo Egipto.

Fue protectora titular de los jueces; luciendo, éstos (en su gran mayoría), su figura suspendida del cuello a modo de amuleto. En esta ocupación estaba auxiliada por el dios Thot (como “Escriba Mayor” y “Notario del Reino”) para preservar el orden.

Como deidad de la Justicia, la Verdad y el Orden (tanto cósmico, como político y social), fue una diosa fundamental en la escrupulosa gestión de gobernar de los faraones, como suprema guardiana del Orden Universal. El dios Osiris, Juez soberano y supremo de las Leyes de Maat, presidía el juicio de los difuntos y la imagen de la propia Maat, o su pluma, servía de contrapeso para valorar el corazón del difunto. Este transcendental momento sucedía en la Sala de las Dos Verdades, llamada así por las frecuentes apariciones de Maat como dos diosas aladas idénticas. A su vez, Maat es poco más o menos semejante al aire, es la pauta que tutelará el orden de las manifestaciones cósmicas, las normas sociales y el acatamiento de las leyes divinas, todas de obligado cumplimiento. Era calificada, además, sustento de los dioses, ya que, en el rito diario, el oficiante brindaba una estatuilla al dios, para que se nutriera de ella (de Justicia, de Orden y de Verdad). Surge citada en el Reino Antiguo en los “Textos de las Pirámides“. Su postrera función era la de servir de “conductora” del dios solar Ra, de quien es calificada hija suya, en su travesía por el cielo; iba tras su padre en la embarcación que les trasladaba cada noche hasta el Duat (mundo subterráneo o inframundo) para, así cíclicamente, librar una lucha con la gigantesca, e inmortal, serpiente Apofis y, una vez más, derrotarla para volver, los dos, a resurgir al Alba. Manteniéndose, inquebrantablemente, el ciclo de la victoria del Orden Cósmico (Maat) sobre el Caos. 

Posteriormente se la hizo esposa de Ra y, a partir de la XVIIIª Dinastía, la pareja real pasa a compararse con Ra y Maat, cuya unión es la garantía de un funcionamiento equilibrado y armónico del mundo. Representada como mujer de pie o sentada sobre sus talones, con una gran pluma de avestruz en la cabeza, el Cetro Uas en una mano y el Anj (Llave de Vida) en la otra; en algunas ocasiones aparece con un par de alas junto a sus brazos; o bien con una pluma de avestruz sobre su cabeza. Deificación abstracta, por excelencia, no tiene ningún centro propio de culto, aunque fue adorada (hasta mediados del Imperio Medio) en el templo de Montu, en Karnak

 

Simbología

¿Qué representa, en la actualidad, Maat? Lo mismo que hace más de dos mil años:

  • Justicia
  • Orden
  • Verdad

Y, ¿qué representa la pluma de avestruz en la cabeza de “la Divina Justicia” (Maat)? En lo tocante a la relación simbólica entre Maat y la pluma de avestruz, se ha establecido una visión que se ha hecho perdurar hasta nuestros días. Se quiere, más o menos, indicar a “la PERSONA que imparte justicia a todos por igual”, se le representaba con una pluma de avestruz, pues esta ave corredora tiene análogas (todas ellas) las plumas de sus alas; a la inversa que las restantes aves. Según esta exposición, las hipotéticas plumas de idéntico tamaño que se hallan en las alas del avestruz, infunden una correspondencia con los principios de Justicia, Orden y Verdad. De manera que, supuestamente, por su análoga extensión y uniforme distribución en las alas del ave, el antiguo egipcio advirtió en ellas la imagen (o idea) del equilibrio, de la armonía y de una ajustada mesura. Es decir: todo lo referente que alcanzaba a relacionarse con Maat. Como objetivo último de su principal funcionalidad, su pluma era representada en la “Sala de las Dos Verdades” o “Sala de la Pesada del Alma”; siendo, ésta, el contrapeso de la balanza donde se pesaba el corazón del extinto para determinar si había sido justo en la tierra y merecedor de una vida en el Más Allá. La mecánica era muy sencilla: en uno de los dos platillos se depositaba el corazón del difunto y en el otro la pluma de Maat. El resultado era concluyente: si el primero pesaba igual que la segunda, el fallecido lograba su estancia eterna en el Más Allá. Si no, Ammyt (ser zoomórfico de características hibridas) le devoraba su corazón; perdiendo su preciada condición de “inmortal”.

Tal vez eso propició que Maat, como “Hija de Ra”, fuese portadora de la pluma de esta ave en tanto que distintivo solar y emblema de la más elevada autoridad real. Es menester destacar que el Faraón, como depositario de la autoridad de los dioses (era Hijo de Ra y, por tanto, Horus reencarnado), ostentaba los atributos de “Toro” (“Fecundador de todo Egipto”), “Máximo Poder en las Dos Tierras” y “Juez Omnipotente”, ante sus súbditos; asistido imperturbablemente por Maat.

 

Santiago Peña

 

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