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No hay nada, en el quehacer existencial de la PERSONA, más básico y efectivo que el Sentimiento. El Sentimiento es emoción; el Sentimiento es pena; el Sentimiento es alegría. El Sentimiento es la base germinal del ser humano. Cuando la razón no se corresponde con lo que se pretende. Cuando el intelecto desciende a niveles despreciables. Cuando la lógica de los hechos es insuficiente para el convencimiento. Cuando todo ello no es suficiente se recurre a lo más esencial del individuo. Se apela a la unidad primaria; al elemento primordial de la humanidad: el Sentimiento.
El Sentimiento viene
precedido por los estímulos: agentes externos que pueden llegar a alterar
estados de conciencia, equilibrio emocional, procesos cognitivos; incluso,
somáticos.
Activar este elemental mecanismo es efectivo pero peligroso.
Extremadamente peligroso, si se maneja maquinalmente; si se utiliza con
propósitos amorales, anti éticos, propagandísticos o promocionales.
En una sociedad/civilización occidental
altamente tecnificada, como la actual, pero con un gran déficit de espíritus
críticos y medianamente informados (todos aquellos que saben de estas carencias
que el entorno les brinda) utilizan, usan, y abusan, de este bajo recurso. El uso
perverso de esta manida “técnica”
para la obtención de inconfesables beneficios, para todo tipo de causas, es "el pan nuestro de cada día".
Guerras y enemistades surgieron de pensamientos lóbregos, de deseos inconfesables,
de falsas grandezas y de mitos artificiales.
No somos más ni somos menos. Somos lo que somos y no seremos por
mucho que nos empeñemos. La naturaleza es belleza sin mácula; la naturaleza es
armonía; la naturaleza, nuestra madre. Hijos violadores, confesemos nuestros
males. Ignotos bastardos; bestias locuaces.
No juguemos con sentimientos
hermanos; no alteremos estados de ánimo; no traspasemos voluntades; no
provoquemos tempestades.
El Sentimiento,
en su noble destino, nos confirma; nos avala; nos otorga la sacrosanta unión;
nos confiere el don de amar, de amor infinito hacia toda la humanidad:
Somos consumación del Sentimiento,
Somos obra del Amor,
Somos fruto del azar.
Somos fruto del azar.
Seamos dadores de Amor,
Seamos culminación,
Seamos pináculos de la Divinidad.
Seamos culminación,
Seamos pináculos de la Divinidad.
Santiago Peña
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