sábado, 11 de febrero de 2017

DEL SENTIMIENTO A LA CONSUMACIÓN


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No hay nada, en el quehacer existencial de la PERSONA, más básico y efectivo que el Sentimiento. El Sentimiento es emoción; el Sentimiento es pena; el Sentimiento es alegría. El Sentimiento es la base germinal del ser humano. Cuando la razón no se corresponde con lo que se pretende. Cuando el intelecto desciende a niveles despreciables. Cuando la lógica de los hechos es insuficiente para el convencimiento. Cuando todo ello no es suficiente se recurre a lo más esencial del individuo.  Se apela a la unidad primaria; al elemento primordial de la humanidad: el Sentimiento.

El Sentimiento viene precedido por los estímulos: agentes externos que pueden llegar a alterar estados de conciencia, equilibrio emocional, procesos cognitivos; incluso, somáticos.

Activar este elemental mecanismo es efectivo pero peligroso. Extremadamente peligroso, si se maneja maquinalmente; si se utiliza con propósitos amorales, anti éticos, propagandísticos o promocionales.

En una sociedad/civilización occidental altamente tecnificada, como la actual, pero con un gran déficit de espíritus críticos y medianamente informados (todos aquellos que saben de estas carencias que el entorno les brinda) utilizan, usan, y abusan, de este bajo recurso. El uso perverso de esta manida “técnica” para la obtención de inconfesables beneficios, para todo tipo de causas, es "el pan nuestro de cada día".

Guerras y enemistades  surgieron de pensamientos lóbregos, de deseos inconfesables, de falsas grandezas y de mitos artificiales.

No somos más ni somos menos. Somos lo que somos y no seremos por mucho que nos empeñemos. La naturaleza es belleza sin mácula; la naturaleza es armonía; la naturaleza, nuestra madre. Hijos violadores, confesemos nuestros males. Ignotos bastardos; bestias locuaces.

No juguemos con sentimientos hermanos; no alteremos estados de ánimo; no traspasemos voluntades; no provoquemos tempestades.

El Sentimiento, en su noble destino, nos confirma; nos avala; nos otorga la sacrosanta unión; nos confiere el don de amar, de amor infinito hacia toda la humanidad:

Somos consumación del Sentimiento,
Somos obra del Amor,
Somos fruto del azar.

Seamos dadores de Amor,
Seamos culminación,
Seamos pináculos de la Divinidad.



Santiago Peña   


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