domingo, 2 de noviembre de 2014

ACERCA DE LA MUERTE


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La muerte, como pérdida de un familiar, de una amistad, de una PERSONA cualquiera,… se ve (y se vive) de una manera totalmente diferente a como tú la observas y esperas para sí.

Todos moriremos ¿Cuándo? ¡No lo sé! La muerte como desaparición es horrible ¡yo no quiero desaparecer!

¿Morir?… ¡hay que morir!, pero… ¿desaparecer?, ¡jamás!


Los ciclos del hombre, como rebelión a la muerte o como recrear una falsa inmortalidad.


¿La inmortalidad del Alma, una quimera o una realidad?


Nos hacemos inmortales en nuestras palabras, en nuestra continuidad generacional, en nuestras obras y, sobre todo, en la memoria que los demás tengan de nosotros.

Morimos cuando dejamos de pensar; morimos cuando no deseamos vivir


Habremos muerto cuando nadie mencione nuestro nombre; cuando nuestra Luz no ilumine a Alma alguna por cercana que esté del lugar que pisamos…

Empezamos a morir cuando comenzamos a vivir


Nuestra Alma es una alarma que nos avisa que se nos escapa la vida. El huir de la muerte es un vivir. El fluir de la Existencia es el vivir, huyendo (fluyendo) en un viaje de ida y vuelta para nada planificado, pero sí sentenciado.

Todos viajamos. Es indiferente la calidad del trayecto.


En recuerdo a todos nuestros seres queridos que se fueron y no volverán



Santiago Peña


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