sábado, 19 de febrero de 2011

SOBRE LA HIPOCRESÍA Y LA COBARDÍA


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¿Qué se entiende por hipócrita?: Toda aquella persona que manifiesta i/o argumenta principios éticos y morales pero que, en su trayectoria vital, no los cumple.

En el fondo... ¡todos somos unos hipócritas!

La mentira de nuestros actos se manifiesta y nos desnuda en nuestra falsedad.

Nos jactamos de criticar a los demás por sus supuestos actos reprobables y somos los primeros en no aplicárnoslos. Una vez más entramos en una incoherencia y falta de equidad. “Perdonamos” nuestros fallos pero no aceptamos un pequeño desliz de los que tenemos enfrente.

¿Quiénes somos nosotros para juzgar a nuestros iguales? ¿Con qué legitimidad moral puedo acusar de un acto deshonesto a alguien que actúa de forma similar a uno mismo?

El ser una persona “auténtica” (coherente) es un riesgo que, por cobardía, muy pocos estamos dispuestos (y me incluyo) a asumirlo en sociedad.

“Transmitimos” dos grandes pecados inherentes de la persona incompleta (la gran mayoría de todos nosotros): hipocresía y cobardía, ¡la no sapiencia!

Somos hipócritas por miedo y cobardes por desconocimiento de nosotros mismos y, por ascendencia, del entorno en el que nos desenvolvemos.

Por todo ello: Somos farsantes de nuestros propios escenarios, posiblemente, porque no nos gustan. En el fondo no nos esforzamos en conocerlos ni en comprenderlos. Nuestra “realidad” la conformamos... ¡la manipulamos!

El fallo principal de nuestro deambular existencial es en erigirnos centro de nuestro particular “universo”, cuando la realidad es que… ¡somos satélites del mismo! La humanidad, en su humildad infinita, tiene que abandonar ese pedestal, que no nos corresponde, asumiendo un papel subordinado de adaptación al medio y no al contrario. Por lo tanto tenemos la obligación moral de sintonizar con el universo entrando en concordancia con él. La armonía obtenida nos proveerá de la coherencia que nos otorgará ese plus en la escala de la evolución. Mientras no demos ese paso transcendental seguiremos siendo seres tecnológicos pero, intrínsecamente inmaduros y por ende, incompletos.

…En el fondo del pozo de la ignorancia se encuentra la luz de la sabiduría…



Santiago Peña


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6 comentarios:

  1. MUY BUEN ARTICULO, COHERENTE Y SIMPLE

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  2. Hola Santiago,

    Pero yo me pregunto, en el momento en que somos conscients de dicha hipocresía y de dicha cobardía puede existir un cambio... no?? El miedo no debe influir en la evolución, si momentáneamente al principio.
    Creo que todos tenemos la obligación y el compromiso con nosotros mismos de producir estos cambios, evolucionar... no podemos quedarnos estancados en palabras...lo que mandan son los hechos...el accionar. Se que lo que expongo son palabras que forman una idea pero porque no llegamos al fondo o al menos lo intentamos??? Es una aventura NUESTRA AVENTURA... y que sino la realizamos posiblemente más adelante lo lamentaremos. Hay un momento para cada circunstancia, seamos conscientes de ello, eso ya es un gran paso hacia la evolución.

    Africa

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  3. Es evidente que, muchos de nosotros, lo hemos asimilado -Estamos aquí por algo ¿No?-

    El entorno es muy desfavorable; es como un lastre,… un yunque en nuestros pies. Nos falta la entereza y la valentía para afrontarlo.

    Es duro lo que digo, porque soy el primero en incumplirlo,... ¿muchas veces nos creemos lo que decimos?

    Si me dejara llevar por esta reflexión en voz alta callaría para no hablar nunca más...

    Santi

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  4. Siempre he pensado que las palabras no son más que meras definiciones para expresar algo (globalizado), pero las acciones no dicen mucho de quien las realiza. Prefiero estar callada de por vida e ir caminando, pasito a pasito y no escuchar ruidos ajenos que puedan distorsinarme en mis quehaceres.
    Creo que no nos creemos lo que nos decimos, simplemente dejamos que nuestra mente nos manipule haciéndonos ver en espejos imaginarios que conscientemente sabemos que no son reales.. no busquemos excusas para no cumplir con nuestros deberes.. seria mezquino.
    En referencia a los lastres sociales seria interesante empezar a valorar que nos sirve y que no de con quien interactuamos... es un buen principio. Desde mi humilde opinión creo que cuando todo esto este asimiliado y sea el momento el camino se abrirá, mientras los que vamos avanzando pongamos pegas sobre nosotros mismos no podremos servir de ejemplo.... siempre hay uno que es el primero luego el resto te siguen, en un principio se resisten pero cuando ven que es positivo lo que aprenden continuan...

    Africa

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  5. Has dado en la clave: Muchos de nosotros (y me pongo de ejemplo) no somos modelos de cambio ni de renovación...

    La incoherencia de nuestros actos nos desacredita, minando nuestra credibilidad. Perdemos fuerza moral y el desaliento nos invade... ¡Gran Dilema!

    Santi

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