* * *
El cambio es dolor; los cambios de situación desubican y desorientan; emborronan pensamiento y alma; nos negamos al cambio por no sentir el dolor… Lo que era comprensión y unión –“pensamientos en una misma dirección”- se tornan lejanos huidizos y esquivos. En mi comprensión, el dolor, se transfigura en aceptación…
“Esta nueva situación no la deseaba; me lamento de la misma pero,… no es posible volver atrás… Me duele el cambio; débil y fuerte a la vez; sentimiento dual… Voluntad firme y serena… Camino solitario… Hay que seguir; nada que reconquistar…"
El sufrimiento, producido por un cambio, no es una opción; es respuesta viva; recuerdos de tiempos pasados, pero jamás olvidados…
Fortaleza de la impotencia: a mayor estremecimiento de incapacidad más fuerte me siento y más me reivindico… Cambiamos para mantenernos; cambiamos para no cambiar…
¡En mi debilidad manifiesta resurjo con más fuerza!
Santiago Peña
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario