martes, 1 de noviembre de 2011

SOBRE LA CONCIENCIACIÓN (A MODO DE SINTESIS)


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Lo primero de todo, este post pretende ser un corolario, un resumen de lo que ha pretendido y pretende seguir siendo “PERSONAS”: un dinamizador de conciencias y faro para la renovación de Valores y Regeneración de la PERSONA.

Segundo, y último, no pretendo que acabe siendo un manifiesto de nada.


¿Qué significa Concienciación?

Si nos atenemos a la definición de lo que encarna el vocablo concienciar: hacer que alguien sea consciente de algo” (RAE). Nos viene a decir, más o menos: tomar conciencia o ser consciente de la situación que estamos viviendo y…

¿Seguimos cruzados de brazos, viendo como el mundo (la sociedad/civilización) se desmorona?

Esta sociedad globalizada (todo el orbe) ha tocado a su fin. Todas las lecturas marcan una clara tendencia al colapso (parada brusca sistémica) o, en el mejor de los casos posibles, una evolución hacia algo que no sabemos lo que es…

Todo, en esta vida, tiene un porqué. En estos momentos de incertidumbre y crisis, con una más que preocupante tendencia al fracaso (crisis que no ha prosperado) y provocada por una falta de Valores (corrupción generalizada, relativismo moral, cultura del pelotazo y obtención de dinero fácil a través de medios no muy recomendables), ha sobrevenido en una evidente herida existencial de carácter universal.

A partir de este desolador panorama te planteas muchas cosas, como la clara escisión que se produjo hace más de 2.000 años entre Ciencia y Espiritualidad: dos aspectos de una misma realidad.

Para el hombre precientíficó, el Cosmos era Todo Uno. Con el advenimiento de la Filosofía aristotélica, la Ciencia (Lógica, Matemáticas, Física y otras ciencias, hijas de las anteriores) se la dota del estatus de verdadero canal del conocimiento y único representante de cómo interpretar el Universo. La Espiritualidad se la relega como base para potenciar el hecho religioso a través de un sinfín de religiones, tantas como personas; el Hombre como animal religioso. La Mujer (como madre y representante legítima de la Madre Tierra) pierde el sagrado manto de la autoridad moral y se le confina a la condición de esposa y servidora; se pierde el nexo (no del todo) entre la Madre Tierra y su hija. La mujer es reconvertida (y confirmada por la religión oficial de turno) en "madre de” pero, en "autoridad de nada”.

La PERSONA es mente (razón) y espíritu (Alma). La razón, repito, nos dota de la lógica, el sentido común y los métodos de análisis científico para entender el mundo, pero,… ¡en parte! ¿Qué nos falta; de que carecemos? De la espiritualidad de la que renunciamos, pero,… ¡si la tenemos!... ¡Es verdad!...a medias ¿Está en igualdad de condiciones, que la ciencia, en nuestra vida social, profesional y académica? ¡No! Está estrictamente desterrada a entornos religiosos, movimientos esotéricos, corrientes paracientíficas y sectas de iluminados.

La reunificación de la razón, más la espiritualidad que todos, ¡todos!, llevamos dentro de nuestro ser, nos aportará el equilibrio y la armonía de la que actualmente no disfrutamos. Esta recombinación pendiente, junto con una recuperación de los Valores perdidos, nos situará en una nueva etapa evolutiva para poder afrontar los nuevos retos en los que ya estamos embarcados y, muchos de nosotros, ni nos hemos enterado (Durmientes Moribundos).


La PERSONA como eje de la civilización/sociedad

La sociedad está formada por individuos, por lo que, si queremos mejorar (o cambiar) la sociedad/civilización tendremos que mejorar a la PERSONA.

Primera premisa: tenemos que volver a confiar en la PERSONA y no en la sociedad.

Segunda premisa: la sociedad no evoluciona, evoluciona la PERSONA.

Tercera premisa: la recuperación/regeneración de la PERSONA como base fundamental para poder regenerar a la sociedad.

Y cuarta premisa: ¿tenemos la forma, el método para poder aplicar la tercera premisa?

La base primera de este conjunto de títulos deriva del artículo ¿ES PRIORITARIO RECUPERAR LOS VALORES? ¿SON NECESARIOS PARA LA REGENERACIÓN DE LA SOCIEDAD ACTUAL? La génesis de este artículo es anterior a la fecha de publicación del mismo en “PERSONAS – NUEVOS HORIZONTES” y fue fruto de un conjunto de aportaciones que hice en una red social de carácter profesional, en la que sigo participando de una forma más o menos esporádica. En el mencionado artículo esbozo a grandes rasgos puntos clave para la correcta recuperación de los valores perdidos.



Reforma del Sistema Educativo

Considero prioritario un Sistema Educativo de carácter universal (al igual que la salud) en que la calidad prime sobre la cantidad. Me explico:

1) Metodología pedagógica inspirada en el Humanismo Renacentista. Los estudiantes, desde primaria hasta los estudios medios-superiores, recibirán una formación integral en las que las asignaturas humanísticas (Filosofía, Ética, Moral, Historia de las Religiones, Historia Universal, Mitología,…etc.) gozarán de un peso específico acorde a su vital importancia y en igualdad de condiciones respecto a las asignaturas comunes o propias de la carrera o formación profesional (tenológicas, por ejemplo) que el alumno esté cursando.

2) Cultura del esfuerzo, sobre la simple presencia.

Y

3) Se recuperarán las asignaturas que potencien la espiritualidad de la PERSONA (Música, Pintura, Teatro, Poesía,…etc.) y que jamás deberían haber sido expulsadas del Sistema Educativo.


Reforma de los sistemas políticos

Las ideologías políticas, tal como las conocemos, no tienen ningún sentido; el mundo dividido entre derechas e izquierdas es una rémora del pasado para los nuevos tiempos que ya hemos empezado a caminar. La cultura del enfrentamiento entre clases sociales ha dejado de tener su razón de existir.

Por lo que propongo verdaderas democracias participativas:

1) Participación transversal; las sociedades se deberán gobernar desde la transversalidad como forma de entroncar. Algunos partidos políticos empiezan a aplicarlo con evidente éxito (“me siento integrado y formo parte de algo”).

Y

2) Gobiernos en femenino; se deberá gobernar desde la feminidad. La visión holística del mundo pertenece a la mujer. Sus estructuras mentales están mejor preparadas para las nuevas formas de vivir sabiendo enlazar perfectamente espiritualidad, intuición y razón.

 
La Mujer como Ser Autosuficiente

Humildemente, considero que la mujer es la culminación de la evolución humana y puerta de entrada a nuevos niveles de conciencia y espiritualidad.


Yo, varón, un espermatozoide pensante

Los hombres estamos obligados a evolucionar o pasaremos a ser simples machos reproductores y, en el peor de los casos, ni eso; los niños probeta son un ejemplo muy a tener en cuenta. Hemos pasado a ser emocional-dependientes de ellas; no estamos preparados para vivir en soledad. Se nos otorgó “de por vida” la autoridad conquistada (en tiempos pretéritos) por la fuerza bruta y ratificada por la lógica de los poderes terrenales y “espirituales”.


La individualidad dentro del todo

La PERSONA como ser único e irrepetible, debe recuperar (en la cultura occidental) y/o conquistar (en las orientales) su individualidad dentro de la comunidad /sociedad. Su individualidad es su dignidad. Y, a la vez, somos TODO y somos UNO; lo que le ocurra a un niño del Yemen nos afecta; no somos conscientes de ello pero es una evidencia. El hilo invisible que nos une a todos nosotros así lo atestigua.


Conclusión:

La Filosofía occidental, creada y desarrollada por hombres (machos dominantes), ha pretendido justificar permanentemente la ruptura mente / espíritu, de modo que, el vacío existencial estaba asegurado. Siempre ha sido el hombre el que se ha sentido huérfano en el infinito espacio tiempo (conceptos inventados por el mismo y súmmum de la paradoja existencial), la Mujer nunca. Pensarlo por un momento. La "matrem familiae" ha tenido que saber a vivir en soledad por lo que no perdió el lazo que la unía, y la sigue uniendo, a Gaia (la Madre Tierra). A los hombres nos criaron y formaron (con la complicidad activa de nuestras madres) para ser conquistadores y violadores de voluntades y tierras. Las guerras son voluntades no ganadas, no bienvenidas y, por consiguiente, no aceptadas.

Las rupturas de pareja y la fase más brutal: la agresividad, por parte del macho (no me atrevo a decir ni hombre), hacia la mujer del que se ve perdedor y herido de muerte en sus planteamientos vitales, es una asignatura vergonzosa y vergonzante pendiente de resolver. Este tipo de individuos son una especie que se extingue pero, como bestias acosadas, “se defienden” de la única manera que saben: matando. Como colofón a su locura la mayoría deciden suicidarse porque su debilidad manifiesta así les obliga. La naturaleza, una vez más, reinstaura la armonía perdida. 

La mujer, como punta de lanza de la nueva sociedad que está llegando reclama, legítimamente, su posición en el nuevo mundo.

La evolución del hombre junto con la presencia de la nueva mujer (todas vosotras) acontecerá o acontecido en el Despertar del Durmiente; mujeres y hombres todos juntos porque todos somos semejantes pero, no iguales.


Santiago Peña


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