* * *
Veritas enim non tacebo
Una ignorancia reconocida, y enteramente crónica, nos
hace ser buscadores impenitentes de un millar de conocimientos; sabedores de un
inacabable final.
El indagador de Conocimiento no tiene porqué
ser un sabio en ciernes: meramente es un buscador, un poseedor, un
administrador, un gestor del mismo... pero... ¡nada más!
El sabio, que verdaderamente ha sido reconocido por
los demás,
escudriña
sentido a su propia existencia, por transcendencia, la de los demás y, como fin
último, la totalidad del universo.
El Conocimiento ocupa un espacio
inconmensurable e infinito en el tiempo.
La Sabiduría no es espacio, ni es tiempo. La PERSONA
que está imbuida de Sapiencia busca acomodarse, lo más armónicamente
posible, con el entorno. Es decir: entenderlo sin intentar cambiarlo. Y
para ello se bastará, simplemente, de la Verdad.
Santiago Peña
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario